En una arpillera quedarán plasmadas las experiencias, historias y recuerdos de la vida en el pueblo de Pilpilco, que relataron los hijos de la tierra prometida del carbón en un encuentro realizado recientemente en la biblioteca municipal de Los Álamos.
La iniciativa, que buscan rescatar la memoria viva y transformarse en testimonio para las actuales y próximas generaciones, replica un proyecto realizado por la Mesa Ciudadana de Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota con el financiamiento de la universidad estadounidense de Illinois.
El proyecto surgió, según explicó la presidenta de la organización lotina, Elizabeth Aguilera Novoa «cuando le mostramos nuestra arpillera a una amiga, Margarita Garcés, y ella nos dijo que sería lindo que pudiéramos hacer esto en Los Álamos (…) quedamos pensamos y dijimos ¡vamos! porque allá todavía hay organización y memoria viva; y porque además es un deber moral con las actuales generaciones y con las que vengan».
En este sentido, la profesora chilena de la Universidad de Illinois que se la postuló y consiguió el financiamiento de ambos proyectos, Magdalena Novoa, detalló que «las historias de la cuenca del Carbón son historias que están invisibilizadas en la historia de Chile y es importante como país y como comunidad poder rescatarlas y hacerlas parte de lo que somos como chilenas y chilenos».
Por su parte, la presidente de la agrupación Con Pilpilco en el Corazón, María Rivas Saravia, indicó que «para nosotros como pilpilcanos va significar mucho, porque será donde vamos a tener nuestros recuerdos, donde les recordemos su vida a nuestros padres- que ya están viejitos- y para que los jóvenes vean lo que se vivió en Pilpilco».
Además, según comentó la presidenta del club de adultos mayores «Los Pilpilcanos», Sonia Machao Espinoza, «es algo que nunca se había hecho y es hermoso que nos juntemos y podamos conversar».
El resultado práctico del proyecto, que nació de la gestión de la secretaria de la agrupación Con Pilpilco en el Corazón y guía turístico patrimonial, Margarita Garces, «la idea es tener la arpillera lista para el día del Pilpilcano y en enero trabajaremos a full para eso».
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