Un nuevo emprendimiento comenzó a desarrollarse en el valle de Caramávida. Una iniciativa de Sandra García y su familia, que sin duda marcará el turismo rural que se puede vivir en el valle.
La idea, según comentó Sandra, nació para ofrecer a los turistas una carpa para las cuatro estaciones del año, pero con el tiempo se ha ido complementando con otros servicios. De este modo, quienes deciden pernoctar, pueden acceder por ejemplo a un quincho y a pocos metros a las frescas aguas del río de Caramávida.
“Esto es turismo rural vivencial y aunque (los refugios) ya se han usado, aún está en proceso de mejoras y arreglos” comentó Sandra García, quien de todos modos entregó su fono de contacto (+56 9 644 766 92) para quienes los sorprenda la noche en el valle.
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